Desde la Edad Media coexistían con los laúdes otros instrumentos como las guitarras latinas y las guitarras moriscas, como se aprecia en las Cantigas a Santa María de Alfonso X el Sabio.

Las "guiternas" o guitarras latinas, de fondo plano y cuerdas dobles, se pueden considerar antecesoras de la guitarra.

Las guitarras ganan importancia en España desde el XVI, y se divulga como instrumento de cinco cuerdas dobles. Ya a finales del XVIII se había impuesto el modelo de guitarra con seis cuerdas simples. A partir de 1800 se ensancha la caja de resonancia y se acentúan las curvas de los costados.

Es característico de este instrumento la caja de resonancia en forma de ocho y el fondo plano. En la tapa armónica (parte delantera) tiene un orificio central. En el diapasón presenta trastes.