
Web oficial de la Pila Knarí
Decálogo
DECÁLOGO DE LOS Y LAS PRACTICANTES DE LA LUCHA DEL GARROTE CANARIO
Quienes practican la Lucha del Garrote Canario se comprometen a respetar, cumplir y promover los siguientes principios fundamentales:
RESPETO
A las tradiciones, normas y códigos de conducta de la Lucha del Garrote Canario. Respetar a los instructores, al adversario, a los árbitros y al legado histórico de esta disciplina, en la victoria y en la derrota.
RAÍZ CULTURAL
Reconocer y valorar la Lucha del Garrote Canario como una expresión viva del patrimonio cultural del pueblo canario. Cada práctica es también un acto de transmisión y preservación de nuestra identidad.
RESPONSABILIDAD
Asumir con compromiso la asistencia puntual a los entrenamientos y encuentros. La constancia y el esfuerzo individual son esenciales para el crecimiento personal y del grupo.
ESFUERZO Y SUPERACIÓN
Comprender que el dominio del garrote se consigue con entrega, trabajo continuo y humildad. Cada avance técnico y personal se gana con dedicación.
HONESTIDAD
Actuar con rectitud dentro y fuera del terreno de práctica. La nobleza en el combate refleja la honestidad del luchador y del ser humano.
SOLIDARIDAD
Ayudar a los compañeros y compañeras en su proceso de aprendizaje. Compartir conocimientos y brindar apoyo mutuo como parte del crecimiento colectivo.
DISCIPLINA
Cumplir con las indicaciones de los responsables técnicos, cuidar el material, y mantener una actitud respetuosa y atenta durante los entrenamientos y exhibiciones.
INCLUSIÓN
Fomentar un entorno accesible para todas las personas, sin importar edad, género, origen o condición del garrotero o garrotera. La Lucha del Garrote es una práctica de todas y todos.
SENTIMIENTO DE PERTENENCIA
Sentir orgullo de formar parte de una comunidad que protege, transmite y dignifica una herencia ancestral. La Federación es una familia que se apoya y se representa con honor.
BUEN HACER DEPORTIVO Y PERSONAL
Ser practicante de la Lucha del Garrote Canario y de tolete canario no solo implica destreza técnica, sino también una actitud ejemplar. Lo que nos define como verdaderos garrotistas son nuestros valores y la forma en que los llevamos a la práctica.