RANCHO DE ÁNIMAS DE ARBEJALES-TEROR
MÚSICA Y LETRA
Música
La música del Rancho de Ánimas es monódica, responsarial y melismática. Es acompañada por idiófonos, membranófonos y cordófonos de forma percusiva y monótona. En el canto suelen realizar arrastres de una nota a la otra y es habitual los desafines, lo que da una impresión si cabe más lastimera.
Decimos que es monódica porque todos los participantes realizan la misma melodía (cantan al unísono).
Decimos que el canto es responsorial por en él se alternan solista (en este caso el cantador de alante) y el coro (respondedores).
Decimos que es melismática porque es frecuente realizar varias notas con una sílaba de la letra.
Las dos estructuras estróficas que emplea el Rancho (copla y deshecha) son acompañadas por el mismo ritmo:

Letra
La letra hace alusión al alma de los difuntos, a deseos hacia las personas vivas (enfermos, emigrantes...) o a referencias religiosas (pasajes bíblicos, la vida de Cristo, santos...)
Las estrofas suelen ser coplas (versos de ocho sílabas) o deshechas (versos de doce sílabas divididos en dos hemistiquios de seis sílabas).
Tanto la copla como la deshecha presentan tres partes diferenciadas:
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El encabezamiento, donde aparece el pie o estribillo (los dos primeros versos).
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Los redobles, donde se desarrolla la historia.
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Final. En él se canta el pie o estribillo. Lo inicia el cantador de alante y se incorporan los repondedores.
Aquí tienes algún fragmento como ejemplo:
Fragmento Copla de los Reyes Magos
Un astro del firmamento
anunciaba el Nacimiento
Un astro del firmamento
a los Reyes de oriente
Anunciaba el Nacimiento
al punto que el astro viesen
se ponen en movimiento
(...)
Pedro Ortega
Fragmento de la Deshecha a San Pedro
Cerrado en la cárcel con puertas de hierro
se encontraba preso el Señor San Pedro
Herodes decía después de la Pascua
que al Señor San Pedro la muerte le daba
porque a los judíos el daba consejo
Y la misma noche que Herodes sentencia
atado de manos San Pedro se encuentra
entre los soldados estaba durmiendo
(...)
Ramón Cárdenes y Simeón Ramos